1ª sesión: cierre de campaña a Romance of the Perilous Land.
Los lectores habituales recordaréis que el octubre pasado participé en un partida de rol como PNJ para el juego de folclore medieval Romance of the Perilous Land, en la que hacía de un viejo chamán que les daba una misión a unos caballeros. Después de un tiempo hoy volvían a entregar la misión peeero no contaban con que yo tenía mono de jugar y no estaba dispuesto a ser un vulgar PNJ, le di un giro final y como no hay nada más típicamente inglés que un castillo encantado decidí llevarlos a uno (con banshees incluidas) y atraparlos en sus mazmorras una vez me trajeron una reliquia (el objeto de la misión).
Ni el DM (el cual las paso canutas haciéndome unas estadísticas de última hora) ni el resto de los jugadores se lo esperaban pero les gusto mucho y lo que iba a ser un mero trámite de 20 minutos acabó siendo 1 hora de juego en la que jugadores y DM tuvieron que improvisar escapando de las mazmorras a la vez que se enfrentaban a mi, a mis banshees y unos cuantos cráneos aullantes (esto último cosa del DM). El resultado final fue la destrucción de la reliquia (con la que invoque todo) y la muerte de mi personaje (ahora ya más «jugador» en vez de «no jugador»).
2ª sesión: terminamos el one-shot El kobold que pudo reinar (en 3 palabras: total party kill)
Después de una pequeña parada para sacar al perro y preparar té (o abrir una cerveza, dependiendo de si mañana te toca o no conducir) jugamos la segunda sesión de la tarde, para acabar el one-shot que empezamos el mes pasado. Esta vez hubo una novedad, jugamos con las reglas de 2ª edición en vez de con las de Remastered.
La partida anterior uno de los kobolds del grupo había conseguido ser coronado como rey de todos los kobolds, dragones y wivernos, eso sí, sin que enterase ningún dragón ni wiverno. En la partida de hoy el objetivo era conseguir una corona digna para nuestro rey peeeero a la media hora de jugar un puñetero trol acabo con todo el grupo, para desesperación del DM, que se había currado la búsqueda de dos objetos más (un cetro y una capa) y una misión final en la que teníamos que imponer las órdenes del rey kobold.
Fue divertido, y desde luego mejora con las reglas de 2ª. Ahora bien, yo creo que mejoraría aun más con las reglas de D&D.