Con las últimas partidas de Frostgrave en solitario he cumplido ya los objetivos jugones de este año, mucho antes de lo esperado, casi medio año antes de tiempo.
Recordemos que el objetivo de batallitas para este año era jugar 30 partidas a wargames, rol o juegos de mesa, la mitad de los cuales debía ser en grupo. Al final llevo jugadas 16 (8 de rol y 8 de wargames) contra adversario y 14 en solitario, y con perspectiva de más aún.
La principal razón para lograrlo es, desde luego, el tiempo ganado al tener muchas menos miniaturas pendientes que pintar. En serio, quitando la Santa María apenas he dedicado tiempo al pincel este año, hay días que ni 5 minutos, y ese tiempo lo dedico a pensar que haré con mis personajes de rol o a jugar escenarios.
También es verdad que no jugaba tanto a wargames desde que estudiaba la carrera, y a rol nunca había jugado tanto, algo que me encanta, lo que ha ayudado a completar un objetivo que el año pasado parecía muy ambicioso.
¿Y ahora qué?
Pues a seguir jugando, pero tengo que reconocer que lo queda de año va a ser más difícil, mucho más que hasta ahora por culpa del Mundoreal, de todas formas me planteo algún objetivo extra para 2022, ya fuera de programa:
- Jugar una partida con tiránidos. Me he dado cuenta que de todos mis ejércitos es con el que menos he jugado, de hecho apenas los he usado: 1 batallita a 1000 puntos cuando salió 4ª edición (me parece que eso fue en 2004) y una partida a kill team «rápido» este mismo año. Y está, eso es todo lo que he jugado con tiránidos, si hasta he jugado más con Necrones y apenas hace unos meses que tengo miniaturas. Es una pena tener estas minis apartadas con lo chulas que son, aunque reconozco que las tengo únicamente porque me gusta pintarlas y nunca he pensado mucho en hacer partidas con ellas.
- Seguir jugando a rol. La verdad es que últimamente es lo que más me apetece, a ver si conseguimos echar alguna partidilla más.